Nota de opinión.
En tan solo ocho días, Costa Rica vivió que dejaran la cabeza de una mujer en el corredor de una vivienda en Turrialba, que un vecino empresario asesinara a disparos a otro vecino en Escazú y ayer el trágico hecho en Sabanilla de Alajuela, donde se ubica un matrimonio, dos personas sin vida dentro de la vivienda.
En Sabanilla de Alajuela, los medios de comunicación reportaban que “vecinos escucharon disparos en la noche y nadie llamó a la policía”. Pero más allá de Sabanilla, cuantas veces como vecinos escuchamos gritos, problemas familiares, disputas y no hacemos nada, o aún peor, se justifica lo que pasa ahí “él o ella” se lo buscó.
Debemos de considerarnos verdaderamente de quién es la culpa de lo que está pasando, podemos echarle la responsabilidad las narco novelas y al sicariato o tal vez al “diablo”, obviamente no puede salir impune la responsabilidad del Estado, o Fuerza Pública y si hablamos de Sabanilla de Alajuela la Policía Municipal de Alajuela no está presente nunca (sarcasmo).
Lo cierto es que estamos fallando en el núcleo indispensable que regula, marca como seremos e indica qué será de nosotros como sociedad y es en la familia y ojo, a ninguno nos gusta que nos señalen “somos casi el ejemplo de familia a seguir en el barrio”.
La indiferencia que vivimos como sociedad es un cáncer que mata poco a poco, el silencio nos vuelve parte del problema también, aunque yo no golpee, mi silencio puede sepultar sueños, metas, dignidades, personas y familias enteras.
Frente a la Iglesia Católica, venden drogas y no hablo sólo de Sabanilla de Alajuela, o de Escazú, o del cruce de Fraijanes o Poás, es un fenómeno que nos tomó y sobre pasó como sociedad. ¿Y las denuncias anónimas al 1176 o al 9-1-1?
Pero hay un montón de personas que dicen que fumar marihuana no es malo, pero no ven la guerra narco que está detrás de las entregas como medio de pago por distribución, bodegaje y el mismo territorio en disputa por los carteles que operan en el país, los niños heridos en fuego cruzado y muertos por “el purito de marihuana”
Hoy nos rasgamos las vestiduras hablando de lo malo que fue el que jaló el gatillo y quitó la vida y justificamos al primo, hijo, nieto, vecino, esposa, diputados, etcétera que se drogan ese es parte de los problemas de inseguridad querer ver bueno lo que no lo es.
Pero mientras nos quedemos callados cuando el chofer del bus nos da más monedas del vuelto, cuando el cafetalero busque migrantes indocumentados para pagarles una miseria por su trabajo, cuando la mamá o papá habla mal de la escuela o de la maestra de sus hijos, cuando compra cualquier articulo robado desde flores de itabo hasta carros y motos, eso nos hace parte del problema y hay muchos ejemplos más.
Requerimos un cambio urgente, tanto a nivel de seguridad social como de valores, pero el cambio debe de nacer en el hogar, callar nos hace parte del problema
Por respeto a las familias de las víctimas en todos estos casos no se utilizaron sus nombres de mi parte, Ronald Solano Jiménez, vecino de Sabanilla de Alajuela, le presento mis respetos a las familias de los dolientes.
Descubre más desde El Poás informa
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Dios nos ayude a todos para ayudarnos entre nosotros mismos
Me gustaMe gusta